En este ámbito se hace muy necesario saber diferenciar los controles de calidad del producto, del envase y del producto una vez dentro de su envase o empaque. Es aquí donde Triana Plastic Industry evalúan los parámetros para la funcionalidad en la aplicación o utilización del producto, una vez en el mercado.
El primer paso, es saber qué tipo de producto es, a quién va dirigido y cuál es la utilidad, para luego definir qué prototipo de envase es el adecuado para su distribución. Posteriormente, se identificará de qué material está hecho ese envase (plástico, vidrio, madera, entre otros) con la finalidad de no provocar ninguna alteración al estar en ambos al entrar en contacto.
Luego de esta fase, se analiza los elementos que determinan la estabilidad del producto dentro del envase: en el aspecto químico (oxigeno, pH, electrolitos) físico (temperatura, penetración de luz y gravedad). Todos estos componentes son criticados con rigurosidad. También se verifica si el envase no absorbe el producto, la resistencia a una caída y el impacto que este tiene luego de ella.
Todo esto conlleva a que se especifique las características de todos los elementos que constituyen el producto final, donde se elabora una ficha técnica con todas sus especificaciones físicas, químicas y el comportamiento que este pueda tener al estar expuesto a ciertas situaciones que puedan alterar su composición.
Ensayos para determinar el control de calidad
Existe un protocolo a seguir para determinar la calidad del producto que finalmente va a conocer y disfrutar el consumidor, y va ligado exactamente a la interacción del envase con los productos, como ya lo hemos venido diciendo.
Por lo general, el oxígeno y el vapor de agua son elementos que inciden directamente en la estabilidad del producto por un tiempo prolongado. La elección de un material que no permita la fuga del producto, ni su exposición con agentes externos. En aplicaciones de cosmética se evalúa a fondo la migración que puede existir del producto al envase y viceversa.
En este campo ha participado teniendo mucho éxito IP Triana, quien en la actualidad distribuye envases para productos cosméticos de tapa con rosca en diferentes tamaños, pasan cualquier prueba mecánica, física y química para ratificar su estándar la calidad.
Teniendo en cuanta todos estos estrictos protocolos de bioseguridad, desde el año 2017, esta empresa implementa un plan de crecimiento exponencial para los próximos años, encajando muy bien los requerimientos de diseño, durabilidad, versatilidad y sofisticación que tanto demando el sector cosmético y farmacéutico paralelamente.
Datos como la conveniencia del consumidor, atractivo visual, reducción de costos y un marcaje en su diferenciación en relación con otros productos, es lo que toma relevancia al momento de escoger con qué envase es más factible negociar y sacar al mercado cierto producto.
El mercado nacional e internacional consumen productos que comuniquen de manera clara qué es y para qué sirve, con solo mirar la mercancía que se exhibe en supermercados, centros comerciales, tiendas virtuales y catálogos de ventas.